Miro a mí alrededor y veo la vida, por supuesto que la vida
de los otros, ¿Será tan simple ser feliz? ¿Serán en realidad felices? A mí
siempre me costó todo, no puedo llevar una vida normal como hacen todas las
personas. ¿Será normal su vida? A lo mejor, mi vida es “normal” y no me doy cuenta,
la estoy dejando pasar como algo que corre al lado mío, pero no está junto a mí.
Vivo otra realidad, vivo en mis pensamientos, en mi cabeza. Todo el día mis pensamientos
me agobian, debo luchar a diario con lo que no debo hacer, si bien ahora puedo
decir, no lo hago, las órdenes siempre están. Siempre dentro de mi cuerpo somos
dos. ¿Dos qué? Lamentablemente sé que soy yo sola torturándome. Lo raro es
que pareciera que me odio y al contrario, me miro en el espejo y me amo, pero
me torturo con pensamientos que siempre me llevan a lo mismo, no a mi muerte, a
la muerte de otros, pero a mí sólo me provocan somatizaciones en mi cuerpo,
primero era no poder respirar, ahora son dolores de panza y nunca deja de
faltarme el miedo de que se me cierre la garganta por cualquier cosa que tome,
que toque o que alguien esté contaminado con algo y me rose mi cuerpo y que
ocurra lo peor. Ojala, me convirtiera en zombi.
La verdad que hay días que me siento tan fuerte y me siento
un superhéroe, para muchos lo soy en realidad, me ven fuerte y que les puedo
resolver su vida con un consejo, con una caricia, con un llamado, pero nadie
sabe lo que ocurre dentro mío, esta batalla diaria es solo mía, ese ver algunas
cosas y tener la necesidad de tocarlo varias veces, hacer una cuenta y tener
que hacerla otra y otra vez porque hay que
verificar y verificar que sea correcta, contar puntitos en una pared, contar
baldosas, maderas y calcular cuantas hay en determinado tiempo, creer que
determinada ropa tiene un significado de buena o mala suerte, sentarme en el
mismo lugar, usar el mismo vaso y tantas cosas…
¿Se puede vivir así? A veces me invade tanta tristeza que
creo que no lo voy a lograr otras me siento guerrera, capaz de llevarme todo
por delante hasta a mí misma.
No sé como continuará
mi vida, cada segundo que pasa es lo que soy y tengo que aprender a vivir con
ello, canalizarlo, convertirlo en otra cosa, transformar el cielo en lo que
realmente es, estrellas brillantes, con una luna que ilumina el mar, el césped verde
y tibio por el sol, la lluvia atrás de los cristales, la tibieza de un hogar,
los árboles con el murmullo de sus pájaros, la vida, la vida. Tengo que tratar
de ver otras cosas, lo simple, lo sencillo, aquello que yo no
veo y siempre estuvo ahí…
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