lunes, 15 de septiembre de 2014

Hoy me siento así

Una gran tristeza invade mi alma, la maldita ansiedad recorre mi cuerpo y una sensación que no puedo explicar hace que mis fuerzas se debiliten.
Mi garganta se siente aprisionada como con ganas de gritar, cómo si una mano me apretara el cuello y el aire apenas lograra salir.
¿Por qué uno pasa de un estado a otro? ¿Por qué ayer creía que me llevaba el mundo por delante? ¿Por qué esto tiene que doler tanto? ¿Por qué uno no sabe como escapar, como salir de estas percepciones que tiene el cuerpo?
En un segundo tu vida cambia, tus ganas, tus esperanzas, tus metas, todo queda como en un vacío tan lejano que no podes llegar a tocar todo aquello con las manos.
¿Cuándo podré ser feliz y que esta felicidad sea eterna? ¡Quiero ser feliz con lo sencillo y simple de la vida!
 Y de repente aparece la cabeza llenándose de nuevo de pensamientos negativos, insoportables, de muerte y nuevamente se te apaga el alma, esa que hacía unos días estaba iluminada, y brillaba como un cielo lleno de estrella, está ahí otra vez opaca y triste y la sensación o no sé cómo llamarlo llega sin avisar para arruinarte el día o unos días y luego todo vuelve a empezar nuevamente, como si fuera un ciclo empieza, termina y vuelve a comenzar; sueños de felicidad, bienestar, alegría, ganas de vivir, de disfrutar de cada minuto y luego todo lo malo y después viene lo bueno y así continuamos…
Quizá, tengamos que pasar por estos momentos para fortalecernos realmente, pero qué doloroso que es todo esto. No sé cuando se acabará o si terminará algún día, hoy no sé si tengo ganas de luchar, pero a lo mejor dentro de un rato vuelvo a convertirme en la luchadora que soy. Todavía no lo sé…




domingo, 14 de septiembre de 2014

Pequeña caída

Sabía que lo bueno no iba a durar eternamente, otra vez vuelvo a sentir todo lo peor de mí. Anoche de un momento a otro paso de la alegría a la tristeza, viene la ira, el mal humor, la ansiedad, los pensamientos negativos, todo lo malo vuelve. ¿Por qué? Estoy cansada de preguntarme y no encontrar respuesta ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? No lo sé y lo quiero saber.
De todas maneras sé que son sensaciones y no van a lograr arruinarme la vida o mi día, aunque hoy el día este triste como yo, estoy segura que durante el transcurso del tiempo, de las horas, trataré de cambiar mi actitud y todo cambiará.
Vendrán a mis imágenes lindas, agradables, trataré de salir a pasear aunque sea bajo la lluvia, respiraré hondo y me sentiré viva, escucharé música, pensaré en mí, me bañaré, me pondré ropa linda y arreglaré mi pelo, me pintaré los ojos, sonreiré.

Porque sé que, a pesar de todo esto que siento ahora mismo soy yo misma la que está luchando y sé que no es fácil la batalla, por más que ahora sienta que no tengo fuerzas, sé que es un momento que tengo que pasar, sé que hay momentos que voy a estar estable y otros momentos que voy a sentirme caer en un pozo, pero lo más importante es que yo como lo digo siempre a pesar de todo lo funesto, mi victoria esta por sobre todo lo demás y eso es lo más importante para mí.

sábado, 13 de septiembre de 2014

Sigo en pie

De nuevo acá, hoy es sábado y mis fuerzas todavía no me abandonan.
Logré salir el jueves e ir a un cumpleaños el viernes, consiguiendo que  los pensamientos negativos no interfieran. Me costó realmente, pero pude conseguirlo o por ahora lo voy logrando.
Mis metas siguen siendo trabajadas con mucha fortaleza. Esto no quiere decir que hayan desaparecido esas ideas de mi cabeza, pero siento que van siendo controladas.
Con respecto a mis estados de ánimo me he mantenido estable, puedo decir que fueron más para el lado de la felicidad que de la tristeza.
Como ya también les conté estoy tratando de disfrutar de las cosas simples de la vida, sin ponerme a analizar tanto lo que tengo que hacer.  Por ejemplo, si tengo que ir a la plaza, no pienso en cómo me sentiré o si el aburrimiento o la ansiedad me perseguirán, ir al cine y disfrutar de la película sin concentrarme en las salidas de emergencia, comer en un restaurante buscando las sonrisas cómplices de mis amigas sin pensar que me intoxicaré con algo, tener charlas interminables con ellas, mirar el cielo y ver el sol, la luna y  pensar que siempre están ahí acompañándome.
No sé cuál es el camino de la felicidad, pero por donde yo voy sé que no es el camino correcto por eso  estoy tratando de buscar otros senderos. ¡Quiero ser feliz! Me obsesiono con eso, quiero estar bien, divertirme, gozar de la vida, de los buenos momentos, de cada oportunidad que la vida me pone frente a mí, pero ¡qué difícil es todo!
Por ahora hay metas, pero lo más importante ganas de ser dichosa, de sentirme acompañada, querida, de no sentirme sola.
 Es lo que quiero y siento ahora, los malos pensamientos, los rituales diarios, los cambios de humor, de ánimos no arruinarán mi vida, estarán ahí, pero no dejaré que me controlen y condicionen mi existencia.


miércoles, 10 de septiembre de 2014

Otro día más!!!!

Hoy es miércoles, un hermoso día de sol, pronto llegará la primavera, pero ya esta estación está mostrando sus colores y perfumes.
 Es algo que me llena el alma y que puedo decir que en realidad puedo disfrutar, es algo… simple, que verdaderamente me hace feliz y ese bienestar de percibir por lo que mis ojos ven, por suerte no se arruinan con ningún pensamiento feo. Quizá porque la maravilla de las flores, sus aromas y ese tinte que le dan al jardín son más fuertes y el sol…es un condimento más en este paisaje de este día fantástico.
Les cuento que sigo trabajando con mis metas, anillos, vidrios empañados por el vapor del baño y el cerrar las puertas y no volverlas a abrir. Por ahora no puedo agregar otra meta, si bien son poquitas para mí es un gran esfuerzo diario.
Estoy feliz porque mis metas vienen siendo trabajadas con mucha voluntad y la verdad también le pongo muchas ganas.
En estos días, la verdad no tuve altibajos, me mantuve estable, quizá porque ya voy tomando conciencia de muchas cosas, pero también sé que esto se puede modificar de un momento a otro.
Es cómo dije en otro escrito, viviré el momento, cada hora, cada segundo, cada instante, sin tratar de pensar en lo que sucederá más tarde.
Llenaré mi cabeza de pensamientos positivos y de imágenes lindas que estén guardadas en mi corazón, en mi alma.
 Cuando tenga sensaciones feas trataré de luchar, de ser fuerte, de no llorar, de no sufrir, haré todo lo contrario a lo que mi cabeza o mi aliens interior me mande porque soy YO la que manejo mi cuerpo, mi cabeza, soy YO la que quiere ser feliz y disfrutar cada oportunidad que la vida me brinde.
Iré al cine, sentiré el perfume de las flores, tomaré tu mano, disfrutaré de la sonrisa de mis hijos, prepararé una torta, como me dijo una amiga, besaré, diré te amo a todas las personas que quiero de verdad y que están conmigo a cada instante y por sobre todo... me amaré YO, me veré hermosa, radiante y en mi cara dibujaré muchas sonrisas, gozaré de cada ocasión y veré como la felicidad ya no va por otro camino, sino que caminará junto a mí.


domingo, 7 de septiembre de 2014

Sigo luchando

Ya pasaron unos días desde que me propuse trabajar con mi tercer meta. Exactamente dos días, parece poco tiempo o mejor dicho no es nada, pero para mí es una eternidad.
La verdad, me estoy sorprendiendo yo misma. Estoy feliz, lo voy logrando, aunque no me resulta para nada fácil.
El primer día cerraba la puerta e instintivamente y la volvía a abrir y cerrar, hasta que recordaba mi meta y por suerte solo lo hacía una vez.
Ahora ya casi ni recuerdo mi ritual o mejor dicho trato de no darle importancia, no me permito ni siquiera pensar en la puerta que cerré. 
Mis pies muchas veces tratan de retroceder y mis manos quieren apoderarse del picaporte, pero por fortuna parecería que está todo bajo control.
Primera y segunda meta, siguen perfectas, no logro olvidarlas, pero por lo menos ya no me torturan. Sólo me preocupa el tema de los anillos, si bien vengo cumpliendo, me cuesta horrores decidir que anillos puedo usar y cuando un dedo queda vacío, no dejo de tocarlo, pero por lo menos ya no pienso en cual anillo me va a traer buena o mala suerte. ¡Pobres anillos!como que ellos fueran los condicionantes de que yo  tenga buen o mal día.
Mañana es lunes, comienza la semana, siempre me cuesta empezar, arrancar porque como sabrán se me cruzan pensamiento que por supuesto no son buenos de como va a ser mi semana ¿positiva o negativa? Se claramente que yo soy la única responsable de como sea ella.
Desde ayer, repito frases positivas en mi cabeza: ¡Si puedo! ¡Soy feliz! ¡Soy fuerte! Y no se cuales más porque se me van ocurriendo en el momento.
Hoy me siento bien, no se mañana porque la verdad uno pasa de un estado de ánimo a otro, de ser feliz a que te invada la tristeza en sólo un segundo.
Me propongo proyectos, como por ejemplo viajes, me da miedo lo nuevo, pero sé que me encanta viajar, necesito ver otros paisajes, disfrutar de mi familia, pasar tiempo juntos.
Quiero pasear, ir al cine, reunirme con amigos, charlar, reír. Lo sencillo de la vida para muchos, pero tan difícil para mí.
 Lo bueno es que hoy tengo ganas de vivir y mañana voy a estar con las mismas deseos porque tengo que empezar a disfrutar de mi vida, de lo que tengo, que por suerte no es poco.
Hoy estoy manejando mi cabeza, luchando con eso que está dentro mío porque yo ya les conté que a veces creo que somos dos personas en un mismo cuerpo. Hoy estoy yo sola y puedo controlar mis ansiedades, algunas de mis obsesiones, algunos de mis rituales. Mañana no se qué pasará si volveré a estar sola o seremos dos en mi cuerpo.
Viviré el presente, el momento, el ahora y lo haré de la mejor manera posible pensando en cosas lindas, paisajes verdes, con mares, montañas, un campo, un cielo estrellado con una luna redonda o un sol calentándome la cara. Visualizaré caras de personas queridas que están presentes en mi vida y pensaré en momentos vividos con ellos, todo esto me dará la  fortaleza necesaria para poder seguir luchando.
Y seguiré pensando que…¡Lo lograré!


viernes, 5 de septiembre de 2014

Tercer meta

Hoy comienzo con mi tercera meta, dejar de verificar en este caso trataré de trabajar con las puertas. Una vez cerradas no volveré a abrirlas y volverlas a cerrar, a empujarlas para comprobar si están bien cerradas o a abrirlas y cerrarlas la cantidad de veces que en ese momento se me ocurra, ya no digo que se le ocurra a mi cabeza, porque de a poco voy dándome cuenta que soy yo misma poniendo me cosas para hacer y cumplir, rituales que a veces se hacen insostenibles y realmente me agotan,
Primera meta: anillos, vengo bastante bien, aunque no dejo de tocarme los dedos, sé que puedo andar sin ellos o cambiar de anillos por los que se me venga la gana. Hasta ahora nada ocurrió, se me cruzaron muchos pensamientos cada vez que toco mis dedos y compruebo que aquellos anillos que siempre estuvieron “protegiéndome” ya no están, o mis dedos están vacíos y en ese momento, no voy a mentir entro en pánico, respiro hondo y trato de pensar en positivo ¡nada va a pasar! Y me cuesta horrores, con dolores de panza, con el pulso acelerado, pero la primera meta sigue en pie.
Segunda meta: vidrio empañado por el vapor del baño, ya no hago círculos y busco mi cara, directamente la toalla limpia el espejo, dejándolo brilloso y como ya les dije sonrío triunfadora. Esta meta, no sé porque me resulta más fácil llevarla a cabo, ¿será porque es nuevita? Hace poco que la vengo haciendo, entonces siento que no me perturba.
Ahora, con mi tercera meta, no sé cómo me va a ir ¡hace tantos años que la realizo!
Tengo que ser fuerte porque para colmo las casas están llenas de puertas, como también el auto, ¡espero lograrlo!!!!
Lo de abrir y cerrar puertas, está tan naturalizado que lo bueno de todo esto es descubrir que lo hacía, porque al ser algo cotidiano, no lo tenía incorporado como una obsesión. También me pasa con las llaves, con los candados y con todo aquello que se tenga que abrir y cerrar, como ya les conté lo de las botellas o cualquier recipiente que tenga tapa a rosca o a presión, pero por ahora voy por las puertas.
Mi lucha es diaria, tengo días buenos y días que no se cómo arrancar con mi día, hay días que puedo estar todo el día en pijama y deambulando por la casa tocando repetidamente todo lo que se me cruza por la cabeza. Hay días que me levanto y soy como decimos en el grupo, una GUERRERA y esa es la persona que quiero ser, la que lucha, la que se levanta tiene ganas de bañarse, de cambiarse, de ponerse linda y llevarse el mundo por delante, de cumplir sus metas, proyectar sin miedos, vivir la vida, disfrutar y verdaderamente ser feliz alegrándose de todo aquello que hoy en día me estoy perdiendo de vivir.
Hoy empieza mi tercer meta y no es poco para mi… ¡Vamos por más!


miércoles, 3 de septiembre de 2014

Quiero

Sueño con una vida sin obsesiones, sin compulsiones, sin rituales de por medio, sin tristezas ni angustias, sin pensamientos negativos, nefastos, ni de muerte.
Voy a escribir todo lo contrario a lo que mi vida es en realidad por ahora, porque sé muy bien que muy pronto mi vida se va a convertir en lo que yo quiero que realmente se convierta, en una vida donde la felicidad me rodee, donde mis ojos solo puedan ver y disfrutar lo que la naturaleza le brinda, una vida llena de risas, de ilusiones, de canciones que te llenan el alma o de besos que te provocan cosquillas en la panza.
Cierro los ojos y miro mi interior se que todo eso está guardado en un lugar de mí esperando por salir y  reemplazar todo lo negativo que hay ahora, en este momento.
Quiero que llegue el día en que… pueda salir de mi casa sin pensar en que me va a doler la panza o que va a ocurrir algo malo porque no hice algo que mi cabeza me ordenó.
Quiero que llegue el día que… no tenga que contar cosas y sumar  los dígitos de los números para ver si son números de la buena o mala suerte.
Quiero que llegue el día en que…pueda decidir que ropa usar sin pensar que algo me va a traer mala suerte.
Quiero que llegue el día en que…mis cabeza no me de tareas para hacer.
Quiero que llegue el día en que… tome la mano de mis hijos y pueda disfrutar su tibieza, su inocencia, su alegría.
Quiero que llegue el día en que…yo pueda decir hoy tengo ganas de hacer esto o aquello y pueda cumplirlo.
Quiero que llegue el día en que…yo pueda decir hoy soy libre, hoy salí vencedora.
Quiero que llegue el día en que…yo pueda tener el recuerdo de que una vez mi cabeza estuvo manejada por obsesiones, por miedos, por rituales por tener que tocar cosas repetidamente, por tener que contar al hacer determinadas cosas, por tenerle miedo a los broches de madera.
Sé que pronto mi sueño se va a hacer realidad porque solamente yo soy la que puedo manejar mis sensaciones, mis miedos, mis obsesiones, solamente yo soy la dueña de mi misma y espero que en un tiempo no muy lejano, como en los cuentos de hadas mi sueño se cumpla y tenga un final feliz.


Sensaciones…

Y al final es así, paso un tiempo bien y después vuelvo a sentir esto que no puedo explicar, angustia, tristeza, ansiedad, no se…ganas de nada.
Los días que me siento bien, empiezo a proyectar y de repente todo se me cae como un castillo de hielo. Una vez que quiero encaminar mi vida, ponerme metas, todo se me destruye. YO, lo destruyo, yo misma derribo mis propios sueños.
Ayer, pensaba que hoy iba a empezar a hacer algo para salir de casa, distraer mi cabeza, encontrar algo que en realidad me dé un incentivo y llegado el momento comienzo a plantearme  ¿por qué tengo que hacer algo que hoy no tengo ganas de hacer? Y así voy dejando mi vida vacía, no estoy trabajando porque me siento mal, no estoy estudiando porque me pasa lo mismo, y ahora con mi nuevo proyecto nuevamente las mismas sensaciones.
 Hoy mi cabeza dio un vuelco y nuevamente me toma de rehén, de prisionera de mi misma y acá estoy triste, sola, sin ganas de hacer nada. No quiero tener obligación de ninguna cosa, no quiero tener que hacer algo y tener que tener efectos de miedo, de desconsuelo, incertidumbre de que va a ser de mi vida, ¿Qué voy a hacer con ella? Y me veo poniendo excusas, justificaciones para no hacer lo que tenía pensado, pero sí  para ser un vegetal, es así como me siento o quiero sentirme, se que vegetando nada me va a suceder, nada me va a pasar, voy a estar protegida en mis paredes, en mi hábitat que es conocido por mí, centímetro a centímetro es mi lugar de rituales, de obsesiones y de todas las cosas que mi cabeza ordena.
Hoy mi día empieza así y siento que cuando planifico  algo en mi vida una fuerza se interpone y se me pincha como a un globo lo que yo me había propuesto y no sé si echarle las culpas a algo  externo o a mi misma por no ser lo demasiado fuerte como para seguir adelante.
De todas maneras todos los días cuando me levanto puedo fortalecer mi finalidad que es que “Yo lo voy a lograr”, no sé cuando, con lágrimas, llantos, tristezas, días buenos y días malos, sé que mi meta está ahí.
No puedo distinguir qué fue lo que provocó que hoy no me sienta bien, ¿rituales no realizados?, no lo sé…solo sé que el escribir me provoca una descarga y es como que los engranajes de mi vida comienzan a funcionar. Sólo espero que con el correr de las horas, vuelva a ser YO nuevamente la que maneja mi cuerpo y mi cabeza.


lunes, 1 de septiembre de 2014

Sigo creyendo!!!!

En estos días en que mis metas son notables viene a mi mente la sensación de que después de tiempos buenos vienen tiempos malos.
Mis obsesiones siguen estando y con muchas voy luchando a diario y veo como se van debilitando, pero al mismo tiempo, cómo ya les he contado aparecen nuevas cosas que hay que hacer.
Por ahora me voy sintiendo triunfadora, pero ¿Cuánto durará todo esto?
Siempre hablo de mi cabeza como si fuera una entidad que nada tiene que ver conmigo, como si fuera algo que está fuera de mi cuerpo y me maneja como una marioneta, es así como me siento una marioneta, un títere siempre haciendo lo que le ordenan, lo que YO me ordeno, no me puedo reconocer, no puedo identificar que esa parte de mi cuerpo sea mía y que yo tengo todas las facultades para dominar.
A veces soy la nada misma y me dejo vencer, caer, esperando que todas las tragedias vengan a mí.
De repente me veo aquí con una botella en la mano, girando y desgirando la tapita del envase y pienso que este impulso lo realizo con todos los utensilios que tienen tapita y trato de no hacerlo
y no me puedo resistir y lo vuelvo a hacer y lo repito varias veces con la pasta dental, el rímel para pintarme los ojos, frasquitos de cualquier tipo de cosas, y no logro oponerme a ese impulso .
Últimamente hago listas en mi cabeza de todo lo que hago y no debería realizar, es difícil sacar todas esas compulsiones, rituales que son parte de mi vida. Hace tanto tiempo que están en mi vida que el trabajo por hacerlos desaparecer es muy difícil porque siempre dentro de mi  cabeza comienza a formular malos presagios.
 De a poco, creo que voy logrando la batalla, aunque los broches de madera siguen siendo la muerte misma y el solo tocarlos me da una sensación tan tremenda que no quiero ni mirarlos, pero como les conté me niego a tirarlos a la basura porque tengo  que aprender que son simples broches que no me van a asesinar, ni van a traer la muerte de nadie.
Quiero cambiar mi pensamiento con respecto a la madera en los broches veo ataúdes, cajones de muertos, quiero relacionar la madera como lo que es, madera e imaginar los bellos árboles con sus copas llenas de hojas o bien un hermoso árbol desnudo en una estación de frío. La madera, materia prima para realizar muchas cosas y pienso que  yo no tengo problema con otras cosas, solo con los broches de ese material. ¿Por qué? Nunca lo sabré o todavía no logro descubrirlo.
Bueno, aquí estamos un día más resistiendo, viviendo, continuando con los rituales, pero debilitando pensamientos negativos y tengo fuerza, tengo proyectos, tengo ganas de que mi vida cambie por completo y dejar de ser esclava de mi misma y pasar a ser la dueña absoluta de mi vida.En estos días en que mis metas son notables viene a mi mente la sensación de que después de tiempos buenos vienen tiempos malos.
Mis obsesiones siguen estando y con muchas voy luchando a diario y veo como se van debilitando, pero al mismo tiempo, cómo ya les he contado aparecen nuevas cosas que hay que hacer.
Por ahora me voy sintiendo triunfadora, pero ¿Cuánto durará todo esto?
Siempre hablo de mi cabeza como si fuera una entidad que nada tiene que ver conmigo, como si fuera algo que está fuera de mi cuerpo y me maneja como una marioneta, es así como me siento una marioneta, un títere siempre haciendo lo que le ordenan, lo que YO me ordeno, no me puedo reconocer, no puedo identificar que esa parte de mi cuerpo sea mía y que yo tengo todas las facultades para dominar.
A veces soy la nada misma y me dejo vencer, caer, esperando que todas las tragedias vengan a mí.
De repente me veo aquí con una botella en la mano, girando y desgirando la tapita del envase y pienso que este impulso lo realizo con todos los utensilios que tienen tapita y trato de no hacerlo
y no me puedo resistir y lo vuelvo a hacer y lo repito varias veces con la pasta dental, el rímel para pintarme los ojos, frasquitos de cualquier tipo de cosas, y no logro oponerme a ese impulso .
Últimamente hago listas en mi cabeza de todo lo que hago y no debería realizar, es difícil sacar todas esas compulsiones, rituales que son parte de mi vida. Hace tanto tiempo que están en mi vida que el trabajo por hacerlos desaparecer es muy difícil porque siempre dentro de mi  cabeza comienza a formular malos presagios.
 De a poco, creo que voy logrando la batalla, aunque los broches de madera siguen siendo la muerte misma y el solo tocarlos me da una sensación tan tremenda que no quiero ni mirarlos, pero como les conté me niego a tirarlos a la basura porque tengo  que aprender que son simples broches que no me van a asesinar, ni van a traer la muerte de nadie.
Quiero cambiar mi pensamiento con respecto a la madera en los broches veo ataúdes, cajones de muertos, quiero relacionar la madera como lo que es, madera e imaginar los bellos árboles con sus copas llenas de hojas o bien un hermoso árbol desnudo en una estación de frío. La madera, materia prima para realizar muchas cosas y pienso que  yo no tengo problema con otras cosas, solo con los broches de ese material. ¿Por qué? Nunca lo sabré o todavía no logro descubrirlo.

Bueno, aquí estamos un día más resistiendo, viviendo, continuando con los rituales, pero debilitando pensamientos negativos y tengo fuerza, tengo proyectos, tengo ganas de que mi vida cambie por completo y dejar de ser esclava de mi misma y pasar a ser la dueña  de mi vida.