Muchas veces, últimamente mi cabeza está pensando
positivamente y voy viendo como los miserables pensamientos negativos van
muriendo dentro de mí.
Lamentablemente
algunos días te levantas feliz, con ganas de llevarte el mundo por delante y te
encontrás no con esas cosas feas que están dentro de tu persona esperando ahí
latentemente, de repente estás rodeada de gente mala, perversa que te está
esperando para arruinarte el día.
Yo sé que hay muchas personas que no entienden o no se
explican por qué a nosotros nos pasa lo que nos pasa, nuestra familia, nuestros
amigos, compañeros; no lo logran comprender y no saben muchas veces cómo
ayudarnos. Pero el colmo de los colmos es encontrarte inesperadamente con
médicos que en tonos burlones por su ignorancia se quedan mirándote como si fueras
un bicho raro.
Ayer me sentí… ¡Tan incomprendida! Pero era por la persona
que más me tenía que entender, me trató tan fríamente planteándome que yo no
quería trabajar, que no entendía que me lo impedía. Me sentí impotente yo que
siempre había tenido asistencia perfecta en mi trabajo, compromiso, dedicación,
amor por los niños, ¿cómo iba a estar yo parada frente a mis alumnos en este
estado? ¿Y si les trasmitía mis miedos, mis obsesiones? Cuando me di cuenta que
esto podía suceder decidí dar un paso al costado, todavía me cuesta pensar en
cómo seguir, como continuar con mi vida, ¿cómo dejar de enseñar si es lo que más
amo y es lo que mejor se hacer? Soy muy consciente que en este momento mi vida
está en crisis, quizá más adelante logre recuperar nuevamente mi vida, mis
niños.
Pero vos, que tenías que estar preparada para contenerme me
indagaste como si fuera una ladrona que te había robado algo tuyo, como si el
sueldo que me pagaban salía de tu bolsillo, todavía no puedo creer el trato que
tuve, ¡Qué injusticia!
Me sentí una infeliz, dando explicaciones que no salían de
mi boca, solo lágrimas y llanto, ¡no me pude defender! Uno se encuentra tan
vulnerable que no sabes cómo reaccionar, ¿Por qué tener que dar tantas
explicaciones? ¿Por qué hurgar en aquello que te está destruyendo el alma?
Quizá sabías de que se trataba todo esto, pero tu intención solamente
era hacer mal a los pacientes, y la verdad que conmigo lo lograste.
Ayer caí y creí que no me iba a levantar y acá estoy
nuevamente, luchando con mis pensamientos de muerte, con mis obsesiones, con
mis miedos, pero por sobre todo estoy en este lugar fortaleciéndome para esperar el día en que volvamos a
encontrarnos.
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